El cerebro le encanta la relación existente entre lo que se dice y lo que se hace. Lo busca desesperadamente a su alrededor porque tiene un sentido práctico y evolutivo para nuestra supervivencia.
La congruencia tiene un sentido y es por ello que nuestro cerebro trabaja mucho mejor cuando sentimos que estamos en presencia de ella.
Esto mismo es la función escondida y principal de los sesgos cognitivos, crear congruencia entre lo que piensa y dice el posible comprador y la acción de compra que hace el mismo...
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